TANTRA: MÁS CONEXIÓN (Y MEJOR SEXO) GRACIAS A UNA ANTIGUA FILOSOFÍA INDIA

El tantra es una antigua filosofía india que intriga a mucha gente. Existe el estigma de que el tantra es una práctica puramente sexual, pero nada más lejos de la realidad. Básicamente, el tantra trata sobre la conexión y tu energía. Lee todo sobre la historia del tantra y cómo puedes aplicarlo tú mismo. En la vida cotidiana, pero también en lo que respecta a tu sexualidad.

¿Qué es el tantra?

Por supuesto, la sexualidad forma parte del tantra. Pero lo más importante es la conexión, el crecimiento y la atención. De hecho, en sánscrito, la palabra es un compuesto de los términos expansión y liberación. Otro significado es "entrelazados entre sí", así como "herramienta o práctica para expandir la conciencia".

Atención y conciencia

El Tantra consiste en prestar atención consciente a todo lo que te rodea, experimentando la vida plenamente con todos los sentidos. También se trata de ser capaz de aceptar tus circunstancias y pensamientos y no condenarlos. Incluso si no son muy agradables. La idea es que así hay más espacio para el crecimiento personal. Hay muchas formas de crear más conciencia. Tomarte un respiro y detenerte en lo que experimentas es algo que puedes hacer en cualquier momento y lugar. Con ejercicios de respiración puedes crear más conciencia corporal. 

Energía

Todo es energía. Quieres ser capaz de trabajar con ella. En otras palabras, quieres ser capaz de experimentarla, controlarla y comprenderla. Este es un pensamiento que no solo vemos en la práctica tántrica, sino también en otras actividades y pensamientos espirituales y místicos, como en la meditación y en la limpieza espiritual, por ejemplo. También se puede trabajar con manifestaciones, visualizaciones y mantras para canalizar la energía.

Conexión

Un tercer elemento importante es la conexión contigo mismo, con los demás y con el mundo que te rodea. Esta conexión puede ser física y sexual, pero también espiritual.

¿Quieres sentirte más conectado? Puedes buscar conscientemente conexiones con la gente y aplicar algunos métodos tántricos. El contacto visual es un ejemplo muy discreto. Con una pareja sentimental, puedes practicar a prestaros atención el uno al otro y al cuerpo del otro. Tocaros consciente y lentamente o daros un masaje, sin utilizarlo inmediatamente como juego erótico. Meditar y respirar juntos también es una buena forma de sincronizar vuestras energías y convertiros en uno solo. Por cierto, también puedes hacer ejercicios tántricos por tu cuenta. Tócate y experimenta lo que esto te produce. Así conocerás mejor tu cuerpo y tus necesidades.

Además del elemento físico, la comunicación verbal también es una forma excelente de tener más y mejores conexiones con los demás. Escucha a tu interlocutor con atención y sin distraerte y dale espacio para que se exprese. Comparta sus propios deseos y sentimientos abierta y honestamente, con la mejor de las intenciones. De este modo, comprobarás que experimentas una mayor profundidad en tus relaciones sociales y obtienes más espacio para ser tú mismo y satisfacer tus deseos.

La historia del tantra

Las raíces del tantra se encuentran en la India, donde surgió en el siglo VI dentro del hinduismo y el budismo. Miles de años antes, los habitantes de esa región ya realizaban prácticas similares. El tantra no llegó a Occidente hasta el siglo XX. Ahí es donde la imagen de esta práctica se desvirtuó un poco. La culpa de ello la tiene el hombre que la llevó a Estados Unidos. Por esta razón, ahora existen múltiples corrientes de tantra. La variante sexualizada occidental se denomina movimiento neo tantra. Por desgracia, hoy en día vemos que los talleres de tantra y los gurús que se dirigen a los occidentales casi siempre giran en torno al sexo.

Sexo y tantra: la práctica

No hay duda de que el componente sexual del tantra ya te ha excitado. El neo tantra, en otras palabras. Entonces, ¿cómo puedes practicar tú mismo el sexo tántrico? Prueba estas cosas en el dormitorio:

Tómate tu tiempo

Ralentizar el ritmo te hace automáticamente más atento. Por eso, ralentizar el ritmo es importante en el sexo tántrico. Tomaos tiempo el uno para el otro y descansad de vez en cuando. Explorad conscientemente los lugares del otro y no os precipitéis hacia el orgasmo. Cuanto más tiempo tengáis intimidad, más conectados os sentiréis con vuestra pareja.

Sáltate el orgasmo

El tantra trata del viaje, no del destino final. Así que concéntrate en todo lo que haces antes del orgasmo y luego sáltate ese orgasmo conscientemente. De este modo, todo consistirá en disfrutar de todas las sensaciones de tu cuerpo. Descubrirás que, gracias a la práctica del tantra, el orgasmo ya no es imprescindible para disfrutar del sexo.

Comunícate

Como en el tantra clásico, es importante comunicarse. ¿Qué te gusta, cuáles son tus necesidades? ¿Dónde están tus límites y cuáles quieres explorar? También durante el sexo, indicad cuándo os gusta algo y queréis realizar una determinada acción durante más tiempo. De este modo, os sentiréis a gusto juntos. Probablemente, sea superfluo decirlo, pero durante el sexo tántrico es muy importante que tú y tu pareja os sintáis seguros y completamente a gusto. El respeto, el consentimiento y la indicación de los límites son fundamentales. Hablad de esto en un momento tranquilo, para que podáis iniciar vuestras sesiones tántricas juntos con confianza.

¿Necesitas más consejos para mejorar el sexo? Lee este artículo sobre afrodisíacos naturales que pueden dar un impulso extra a tu vida sexual. Y no dejes de visitar la sección erótica de nuestra tienda online.