Múltiples opciones de pago ✔️ Envío rápido y discreto ✔️ Atención al cliente de lunes a viernes de 10:00 a 16:00 ✔️ Regalos gratis

¡Envío rápido y discreto!

Envío Gratis € 150+*

DESPUÉS DE UN MAL VIAJE: CÓMO AFRONTARLO LA PRÓXIMA VEZ

DESPUÉS DE UN MAL VIAJE: CÓMO AFRONTARLO LA PRÓXIMA VEZ

¿Has experimentado alguna vez un mal viaje y ahora dudas de volver a consumir psicodélicos? Es comprensible, porque un mal viaje puede llegar a ser una experiencia traumática. Sobre todo si no te lo esperabas. Pero tranquilo: no tienes por qué dejar de hacer viajes psicodélicos por completo. Con estos consejos, podrás retomar el hilo del viaje psicodélico después de un mal viaje.

¿Qué es un mal viaje?

Lo que constituye un "mal viaje" es diferente para cada persona. Por ejemplo, las personas que tienen una experiencia negativa con una sustancia psicodélica se sienten desde incómodas o con náuseas, hasta ansiosas y paranoicas. Por lo general, un mal viaje se refiere a alguien que tiene reacciones psicológicas negativas significativas después de consumir un psicodélico.

Sabe que las probabilidades de que te vaya mal físicamente son muy pequeñas. Solo 2 de cada 100.000 consumidores de setas mágicas acuden a urgencias para recibir asistencia médica. Además, si damos crédito a las noticias, se trata en su mayoría de turistas que se toman un fin de semana libre en Ámsterdam, y a menudo combinan el consumo de las setas con alcohol u otras sustancias. Como usuario consciente que sigue las reglas de oro de un buen viaje, las posibilidades de tener una mala experiencia son nulas.

¿Qué provoca un mal viaje?

¿Cuáles son las causas de un mal viaje? Hay una serie de errores que puedes cometer al viajar, como puedes leer en este otro artículo. La mayoría de los errores giran en torno al entorno y la preparación del viaje. Esto se debe a que los psicodélicos amplifican tus experiencias y sentimientos. Tomar setas mágicas en una habitación oscura y mal ventilada con gente que no es buena compañía no es una buena idea, por ejemplo.

Expectativas y estado de ánimo

A menudo, las expectativas también influyen en el resultado del viaje. Si empiezas ansioso por lo que está por venir, estas expectativas pueden hacerse realidad. Así, tú mismo coloreas de oscuro tu viaje, sin hacerlo realmente de forma consciente. Así que asegúrate de no empezar un viaje psicodélico, sobreexcitado o presionado por los demás. No dudes en esperar momentos menos estresantes u otra compañía. Si no te encuentras bien físicamente, no suele ser recomendable hacer un viaje con psicodélicos. La experiencia física negativa puede contagiarse a tu psique, provocándote un viaje desagradable. Y ten cuidado cuando sufras trastornos mentales activos. Cada vez hay más estudios que demuestran que los viajes pueden ayudar con la depresión, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) o la ansiedad. Pero si te sientes muy mal mentalmente, es mejor esperar hasta que tu cerebro se haya calmado un poco y siempre consultarlo primero con tu médico.

Medicamentos y otras sustancias

A algunas personas les gusta fumarse un porro, durante su viaje con setas mágicas, por ejemplo. Pero combinar un psicodélico con otras sustancias que alteran la mente no es para todo el mundo. Donde a una persona le relaja la marihuana, a otra rápidamente le resulta excesivo. Puedes sentirte extra confuso por una combinación incómoda. Algo que a ti te puede parecer un plus, pero a tu compañero de viaje no. La medicación, para el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la depresión, por ejemplo, también puede resultar un cóctel desagradable con los psicodélicos.



Volver a la carga tras un mal viaje: cómo afrontarlo la próxima vez

Haber experimentado un mal viaje puede ser abrumador y crear reticencias para el siguiente. Afortunadamente, existen estrategias que puedes utilizar para superar la experiencia del mal viaje. He aquí algunos consejos:

Ve un mal viaje como una lección

Todo en la vida puede interpretarse como una lección, especialmente las experiencias negativas. Intenta averiguar qué falló en ese mal viaje y por qué. ¿Se debió a tus expectativas, que la mayoría de las veces resultan equivocadas? ¿Tienes mucho estrés contra el que no haces nada? ¿Apenas tienes equilibrio entre trabajo y ocio? ¿Los amigos con los que hiciste el viaje psicodélico, tus compañeros de viaje, no eran realmente las personas adecuadas para ti? Un mal viaje puede ser incluso un motivo para buscar ayuda profesional. Viajar con sustancias psicodélicas es como mirarse en un espejo. Así que no apartes la vista de él y capta las señales que la Madre Naturaleza parece querer decirte.

Este pensamiento también puede ayudarte durante un mal viaje. Recuerda que esta experiencia es temporal, y fíjate en las lecciones que puedes aprender de ella. Lleva un diario de viaje y escribe lo que te pasa. Intenta no caer en el modo solución; al fin y al cabo, no estás sobrio, así que no tiene sentido. Deja las soluciones para cuando estés lúcido y céntrate ahora en escribir tus pensamientos. Pero no te estanques en ello ni busques la negatividad. Deja que esté ahí, pero no por mucho tiempo.

Aprende a relajarte mejor

Tuviste una mala experiencia psicodélica porque te entró ansiedad, entonces intenta relajarte en tu vida diaria. La meditación, los ejercicios de respiración y la atención plena pueden ser muy eficaces. Reduce el consumo de estimulantes como la cafeína, reduce los factores estresantes y analiza de forma crítica qué te produce relajación y qué tensión. También te ayudará durante el viaje saber qué es un entorno relajante para ti. Desde la música a la iluminación, pasando por el entorno y la compañía: todo son estímulos que influyen en tu experiencia.

Opciones y vías de escape

Saber qué eres capaz de darle la vuelta al estado de ánimo durante un mal viaje es una buena forma de evitarlo desde el principio. Al fin y al cabo, sabes que estarás bien. Así, ya irás a una sesión de viaje mucho más seguro. Asegúrate de que puedes cambiar de entorno, conseguir un "trip stopper" u organizar un "trip sitter" (cuidador de viaje) que pueda calmarte. Si es necesario, a distancia, pidiendo a un amigo que esté a la espera. Sabe cuándo buscar distracciones y qué actividades pueden darle la vuelta a tus emociones negativas. Por ejemplo, pon tu película favorita, concéntrate en cepillar extensamente a tu gato: puede ser cualquier cosa.

Un último consejo: simplemente ajusta la dosis y opta por una experiencia ligera, menos intenso, la primera vez después de ese mal viaje. Solo nos queda desearte que disfrutes mucho de tu viaje.