EL POTENTE ANTIOXIDANTE VITAMINA C
Se trata de una de las vitaminas más conocidas del mundo, la vitamina C. Es una vitamina esencial para conservar y mantener nuestro cuerpo en buen estado de salud. Infelizmente, hoy en día nuestro cuerpo no recibe los suficientes nutrientes para que se lleven a cabo de manera correcta todos los procesos fisiológicos que sostienen la salud. Principalmente debido a nuestra dieta y nuestro estilo de vida estresado. Y eso es una pena, porque la vitamina C es un potente antioxidante que nos aporta muchos beneficios.
¿Qué es la vitamina C?
Todo el mundo conoce la vitamina C (ácido ascórbico), pero ¿qué es exactamente? La vitamina C es una vitamina hidrosoluble que se encuentra en las frutas, las verduras y las patatas. Especialmente en coles, cítricos, kiwis, bayas y fresas. Es una vitamina esencial para que el ser humano pueda funcionar correctamente, pero el cuerpo humano no puede producirla por sí mismo. Por lo tanto, para mantenerse sano, es importante consumir diariamente productos ricos en vitamina C o tomar suplementos.
El descubrimiento de la vitamina C
El escorbuto es una enfermedad que ocurre cuando uno tiene una carencia grave de vitamina C en la alimentación. El escorbuto se remonta a un largo camino en la historia, pero alrededor del siglo XVI los marineros descubrieron una solución para combatir esta enfermedad. La solución probablemente ya la hayas adivinado: la vitamina C. Resultó que los marineros que comían cítricos y verduras frescas a diario ya no padecían escorbuto. Solo mucho más tarde se supo que esta enfermedad estaba relacionada con una grave carencia de vitamina C, pero desde entonces sabemos lo importante que es para nuestro organismo.
¿Cuál es la función de la vitamina C en nuestro cuerpo?
La vitamina C es muy importante para un buen sistema inmunitario. La vitamina C es un potente antioxidante que ayuda al organismo en la formación del tejido conjuntivo, la absorción del hierro y el mantenimiento de nuestras defensas. Además, equilibra el sistema nervioso y nos ayuda a liberar energía de las grasas, los carbohidratos y las proteínas.
La insuficiencia de vitamina C en nuestro organismo provoca una reducción de nuestras defensas. Piensa en heridas que cicatrizan menos rápidamente, una piel escamosa, articulaciones dolorosas, celulitis e inflamaciones. Por otro lado, un exceso de vitamina C puede provocar molestias intestinales o diarrea. Por lo tanto, es importante un equilibrio correcto: la cantidad recomendada es de 75 miligramos por día.
La vitamina C también desempeña un papel muy importante como cofactor en nuestro organismo. Un cofactor se encarga de que una vitamina o un mineral permita que otras sustancias de nuestro organismo funcionen juntas, para que puedan beneficiar nuestra salud con la mayor eficacia posible. Si la ingesta de vitamina C es demasiado baja, nuestro organismo también absorberá mal otras vitaminas y minerales.
El efecto antioxidante potente de la vitamina C y el cáncer
Los estudios científicos demuestran que la vitamina C inhibe el crecimiento de las células cancerosas. Especialmente en los cánceres orales y digestivos, afirma Jane Hidgon, nutricionista de la Universidad Estatal de Oregón (Estados Unidos). La vitamina C es un potente antioxidante que puede estabilizar las moléculas de oxígeno inestables. Y cuanto más oxigenado hay en nuestro cuerpo, menos posibilidades hay de que se desarrollen bacterias, parásitos y virus dañinos.
La vitamina C y el estrés
Hoy en día, muchos de nosotros vivimos vidas estresantes. Y el estrés, en cualquiera de sus formas, aumenta la necesidad de vitamina C. Los animales producen vitamina C por sí mismos cuando están estresados, pero nuestro cuerpo, por desgracia, no puede hacerlo. Por lo tanto, si se experimenta estrés diario, es importante tomar suplementos de vitamina C si no se puede obtener de los alimentos.
Los beneficios científicamente probados de la vitamina C
Que la vitamina C es importante para nuestra salud es evidente. Este potente antioxidante contribuye:
- a la formación normal del colágeno necesario para el buen funcionamiento de los huesos, de la piel, de los vasos sanguíneos, de los cartílagos, de los dientes y de las encías.
- al funcionamiento normal de nuestro sistema nervioso.
- al crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo.
- al metabolismo energético normal.
- a la absorción de otras vitaminas y minerales.
- a la absorción digestiva del hierro.
- al funcionamiento normal de nuestro sistema inmunológico.
- a las funciones mentales normales.
- a la sanación de heridas y formación de tejido cicatricial.
- a la protección de las células contra los radicales libres.
- a la disminución del cansancio.
